Para Cicerón, la Retórica, más que una ratio dicendi es una forma de sabiduría y un arte de pensar, y sostiene que, en sus inicios, Filosofía y Retórica se complementaban: la primera era omnis rerum optimarum cognitio, la segunda iis exercitatio.
Explica cómo debe elegirse y prepararse el tema de un discurso, cómo hay que estructurarlo, y cómo debe tratarse cada una de las diversas partes. En suma, es un tratado de retórica con una finalidad eminentemente práctica: ofrece los materiales para desenvolverse con acierto en retórica y oratoria.